Roberto Sánchez, candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, habló, en la primera parte de la entrevista en Panorama Tucumano de sus orígenes: un hombre de campo, que estudió como ingeniero agrónomo y que, después de su paso por el automovilismo, volvió al campo –donde nació- a trabajar. Conmovedor momento en el que recordó a su abuelo analfabeto.
Dijo que se volcó a la política porque quería cambiar las cosas. Y que, cuando fue candidato a intendente de Concepción todos le dijeron que era imposible ganarle al aparato.
“Me decían que era muy difícil, imposible ganarle al aparato. Contra todo pronóstico, lo conseguimos. Los otros tenían un sistema aceitado de comprar voluntades. Yo no compro voluntades. Estamos totalmente en contra de eso… No teníamos ni un solo auto para llevar a la gente y yo veía autos por todas partes y los autos iban y venían…Había casi como 1.500 autos que buscaban gente para ir a votar”, recordó. Sánchez dijo que pensó que iban a perder, hasta que, caminando por las escuelas, notó que esa misma gente que era llevada a votar en estos autos le hacía pequeños gestos de apoyo.
“Los otros se jactaban de haber trasladado alrededor de 20.000 personas a votar, de los 40.000 votantes. Pero perdieron”, dijo.
Y añadió: “ahora va a pasar lo mismo”.
“Soy de poco hablar, soy de hacer, de planificarlas y llevarlas a cabo”, dijo.
Asimismo, habló de su compañero de fórmula. Sostuvo que ambos se potencian y que el acuerdo es muy positivo para el espacio. “Les devolvimos la esperanza a los tucumanos de que esto se puede cambiar”, dijo.
"Germán Alfaro ve lo mismo que yo: que Tucumán puede cambiar, que puede ser mejor", afirmó.
En otro tramo de la entrevista reconoció que su ídolo, en la política, podría ser Alfonsín. Un gran orador, en un momento clave: el regreso a la democracia.
Al final de la entrevista, Sánchez no dudó en decir que resultará electo. También sostuvo que cree que lo recordarán como alguien que puso todo, siempre.